Los San Francisco 49ers no tuvieron piedad y lastimaron 31-3 a unos grises Raiders de Oakland en la que fue la última batalla por la bahía de California.
El joven mariscal de campo, Nick Mullens, guió la victoria de los “Niners” con una sobresaliente actuación donde figuraron tres pases de anotación de su autoría, para así darle una semana de alegría a su magullada, pero fiel afición.
Los 60’ minutos del partido se pintaron absolutamente de color rojo y dorado, mismas tonalidad que identifican al conjunto de San Francisco.
De principio a fin, el cinco veces campeón de la NFL estuvo encima de los incoloros Raiders, que no dan muestra de vida en la actual campaña.
Con un Nick Mullens como figura, los 49ers rápidamente sumaron puntos a su canasta, la cual se llenaría insaciablemente, aprovechando las displicencias defensivas que dejaba su rival.
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Los receptores de San Francisco se encontraban en plan grande y comparado a lo hecho durante las anteriores semanas, mostraban una de sus mejores versiones del año.
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Por tierra no se quedaban atrás y Raheem Mostert también hacia espectaculares jugadas que mantenían un ataque vertiginoso.
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Con este resultado, San Francisco cosecha su segunda victoria de la campaña, para así llegar a una marca de 2-7; por su parte, los Raiders se quedan en 1-7, diciendo prácticamente adiós a sus aspiraciones de la temporada.
Foto: Jay Tust
