Lisboa, la imperial y cosmopolita capital de Portugal, tal parece que es una tierra prohibida para los españoles.
Así como ha sido testigo de las debacles del Atlético de Madrid, hoy, la vergonzosa y dolorosa derrota del Barcelona ha venido a confirmar el final (triste y sombrío) de una época de bonanza culé.
La hecatombe provocada por un portentoso gigante de Baviera, ha sacado a relucir (una vez más) las terribles y profundas grietas en el organigrama blaugrana que han llegado al equipo, de pantalón corto y largo.
Una de ellas, las «vacas sagradas» que viven de hazañas pasadas más que por lo que actualmente desarrollan y aportan.
Incuestionablemente, una de ellas es Lionel Messi. El pequeñito de Rosario es catalogado por todas las de la ley como uno de los mejores jugador del orbe y de la historia misma de este deporte.
Sin embargo, ese papel le ha otorgado galones para que el público lo catalogue como el líder absoluto del Barça. Y aunque en la cancha sus pies dictaminan el rumbo de un partido, fuera de ella no es asi, aunque muchos traten de enmascarar su grandeza con su invisible capacidad de liderazgo.
Hoy, un video de ESPN ha mostrado al capitán catalán sentado en la entrada del vestidor pensativo, decaído y completamente perdido en sus pensamientos. Mientras tanto, en su exterior sus compañeros intentaban arriar a ellos mismos para, de alguna manera, poder revertir el fatídico panorama que se aproximaba.
Y, sin mas que decir, la imagen del crack ha venido a transmitir, una vez más, su falta de liderazgo.
Jose Mourinho dice: “Al final lo que quiero decir es que los líderes no se compran, y si tienes ese tipo de jugadores y de personas en un vestuario tienes mucho ganado. Ahora, por desgracia, el mundo del fútbol es pura imagen y la gente se centra más en el que parece el líder antes que en el que lo es realmente».
Y aunque la forma de ser tan polémico del catalogado «Special One» no agrade para acreditar su veracidad, lo de Mourinho es fielmente el reflejo de lo que es Lionel Andrés Messi Cuccittini.
Un jugador fuera de serie, un monstruo de los terrenos de juego, un ente con su puesto en el Olimpo balompédico si…pero una persona forzada a ser el líder que nunca ha sido y no será.