El futbolista brasileño pasó por una gran cantidad de adversidades antes de conseguir su sueño en el fútbol.
El sudamericano que actualmente juega en los Pumas, reveló algunos detalles e historias que tuvo que pasar en su camino a dedicarse al fútbol.
Oliveira la pasó mal al inicio de su carrera al no lograr encontrar un equipo que le quisiera, además de que tuvo que conseguir varios trabajos en el proceso para proveer dinero a su familia.
«En Brasil hay muchos jugadores. Es muy difícil conseguir un club. Yo no conseguía y necesitaba hacer algo para ayudar a mi papás», mencionó.
«Salí a trabajar y ahí me llamó el vicepresidente de Francana (de la Segunda División Paulista). Estaba sin club y ahí ya empezó todo. Eso me ayudó mucho. Por eso dejo todo de mí dentro de la cancha, porque es algo que amo hacer y fue muy difícil esa fase. Cuando me llamó fui y no pensé dos veces», comentó para Medio tiempo.
«En el McDonald’s trabajé cinco meses. Una cosa que no conté a nadie es que yo llegaba a mi casa, me quedaba muy triste, cerraba la puerta de mi habitación y comenzaba a llorar porque no conseguía club. Iba a trabajar pensando ‘no va a aparecer nada’ y eso me dolía mucho», añadió el delantero de los Pumas.
Del Francana pasó a Plaza Colonia de Uruguay donde salió campeón, posteriormente llegó en calidad de préstamo a México para vestir la indumentaria de la máxima casa de estudios del país, dónde no fue recibido del todo bien pero poco a poco se está ganando el cariño de la afición.
Agradezco mucho a Dios por ese giro que aconteció en mi vida, tengo mucha fe en Dios. Yo no esperaba estar en Pumas, fue un giro muy grande gracias al fruto de mi trabajo dentro de la cancha», sentenció.