El día de ayer, durante la London Fashion Week, Christopher Bailey, director creativo y ejecutivo detrás de Burberry, presentó su Spring 2017 see-now-buy-now ready-to-wear collection ante una audiencia plagada de celebridades y musas de Burberry de todos los tiempos como Naomi Campbell y Lily Donaldson.
Fue Markers House la sede de un desfile de modas rodeado de arte del escultor británico Henry Moore, cuyas obras inspiraron la colección. Los monolitos de formas femeninas que decoraron la pasarela dictaron la pauta que seguiría el diseño de los looks que juegan con las proporciones y re configuran las dimensiones tradicionales de la gabardina junto con otras prendas muy londinenses del guardarropa Burberry.
Las prendas tejidas, en ocasiones con cortes que dejaban al descubierto los hombros, fueron re inventadas con mini faldas asimétricas, y looks de cintura ajustada fueron los conjuntos relajados que Bailey eligió para sustituir la previa tendencia casual de la sudadera oversized, halagando mucho más la figura. Otra de las tendencias que permaneció ausente dentro de la colección fueron las famosas botas hasta el muslo, sustituidas por botines de tacón a la altura del chamorro.
Bailey ha sido descrito como un hombre muy meticuloso en la búsqueda de inesperadas referencias creativas para sus diseños. Se sabe que contactó a la hija de Moore para que le ayudara a retratar el estilo personal a la hora de vestir de su padre, mismo que quedaría plasmado en las camisas a rayas y pantalones en tonos de azul deslavado en contraste con hermosos vestidos de encaje que portaron los modelos. Inclusive, un overall con aplicaciones de macramé en los hombros, que asemeja a los utilizados por el artista durante sus horas de trabajo, formó parte de la inspiradora colección presentada.
Moore fue un talento nacido en Castleford, Yorkshire, mismo lugar donde Burberry comenzó a producir sus emblemáticos diseños en la década de 1880. Ésta coincidencia fue la excusa perfecta para que Bailey llevara a sus invitados por un viaje en el tiempo, trayendo de vuelta una prenda que habría sido la más representativa de la marca en ese entonces; la capa. Una serie de capas confeccionadas a mano y decoradas con acabados de plumas, cristales y encaje con un aire isabelino fueron las encargadas de recordar a los espectadores el olvidado legado de las prácticas artesanales inglesas en Burberry.
Indudablemente Burberry parece contar con un equipo que dio rienda suelta a su imaginación durante todo el proceso creativo, ya que los detalles inspirados en el trabajo artístico de Moore comenzaron desde el momento en que los selectos invitados al evento recibieran sus invitaciones en piedras que cabían en un bolsillo, además de ser deleitados con una presentación musical en vivo a cargo de Anna Calvi.