El 2010 fue un año donde el equipo felino tocó fondo, no solo en la tabla, sino en la comunión con su afición, esto previo al resurgir y el inicio de la época dorada del club.
No todo fue color de rosa en Tigres, algún día el equipo fue uno de los peores en el balompié mexicano, tanto así que su misma afición estalló y provocó una pelea campal el 27 de marzo en el Estadio Universitario.
Corría la jornada 12 del Bicentenario 2010, en aquel entonces, los universitarios eran dirigidos por el polémico estratega, Daniel Guzmán. Durante muchas fechas, las derrotas y empates en el «Volcán» provocaron que la afición auriazul pidiera la salida del técnico.
En aquellos días, el grito «Fuera Guzmán» retumbaba en las gradas del estadio nicolaíta. Aunado a eso, la derrota ante Toluca con un solitario gol de Carlos Esquivel fue la gota que derramó el vaso.
Un conato de bronca derivado de los gritos en contra hacia el entonces timonel felino en la parte de Zona de Gol Norte del inmueble, despertó la furia de algunos barristas de la porra Libres y Lokos. Los cuales superaron la seguridad que se les tenía y se unieron a dicha confrontación.
Golpes y personas heridas, en algunas partes del estadio, fue un resultado de un mal manejo de directiva y de cuerpo técnico. Lo cual acabo con una acción de emergencia por invadir el terreno de juego ante las pocas medidas con las que se contaba en aquel año.
Unas horas más tarde, Guzmán sería despedido de su puesto como entrenador de los universitarios. En una orden directa de los altos mandos en la institución. No obstante, en un hecho insólito, el «Travieso» retomaba las riendas de Tigres días más tarde, algo que impactó a todo México y dejó a los regiomontanos como burla nacional.