Casi tres horas de un intenso y caótico tenis dejaron como ganadora a la británica Johanna Konta.
La descripción de este partido se puede realizar con sólo ver los parciales del final.
Conforme a la historia de su patria, la rusa Anastasia Potapova fue agresiva desde el comienzo. Una declaración informal con personal del Abierto profesaba claramente su intención…”quiero ganar”, y lo demostró.
Cada que pudo incomodó a la segunda sembrada del Abierto con tiros potentes hacia su rival, un revés a dos manos que estaba afinado y una furia que irradiaba a través de su juego.
Aunque claramente la sorprendió, el temple de la británica Konta hizo acto de presencia, algo inusual en situaciones bajo presión para ella y se levantó en varias ocasiones de las embestidas brutales de su colega, su elegancia con la pelota se palpaba, aunque nunca rehuyó al intercambio.
El primer ‘tie break’ del partido se lo llevó Potapova con un empuje que intimidaba, pero que paulatinamente fue cediendo, propia presa del ritmo impuesto.
Fue aquí cuando la jugadora 16° del mundo sacó a relucir su calidad y con servicios y haciendo correr a su rival, se impuso con mediana autoridad a la rusa, que debido a su juventud, la empezaron a traicionar sus emociones, signo que solo te da el rodaje de torneos.
Pero el que creyó que Konta impondría su ley fácilmente en el último set, se equivocó. Potapova, de 18 años, luchó hasta el final, defendió con rabia cada ventaja conseguida y estuvo a nada de llevarse el partido de dos horas con cuarenta minutos de duración, sin embargo, la presión esta vez no descontroló a Konta y avanzó a las Semifinales del torneo.