Con más expectativas que futbol, se llevó una edición más del ‘clásico’ nacional en el coloso de Santa Úrsula, dónde con un solitario gol en la primera parte le bastaron a los de Coapa quedarse con los 3 puntos a unas Chivas que no llegaron al partido.
No fue un partido cargado de emociones, estuvo lejos de serlo, quizá por la falta de afición en las gradas que siempre es un aliciente para los jugadores de ambos equipos, solo hubo un grito de desahogo y ese fue de América, suficiente para alcanzar el objetivo.
El arranque del partido fue de menos a más, cada equipo a lo suyo, con las Águilas juntando a gente con buen manejo de balón en medio campo, tratando de llegar al área de Chivas con un juego más estructurado.
Mientras Chivas, apostaba por alguna pelota que tomara mal parada a la defensa americanista. Y los planes de uno y otro dieron resultado. Cada equipo tuvo sus opciones.
La primera fue para Benedetti, el colombiano se mostró activo por derecha, y también apareció en el área rematando con la cabeza un centro de Giovani, pero Gudiño salvó prodigioso.
Dos Santos trataba de ser el jugador que marcara el pulso, sabía que el Clásico era un escenario para mostrarse y avisó con un tiro de media distancia.
Fue Brizuela el que encontró a Macías en una pelota filtrada que dejó a José Juan mano a mano con Ochoa; sin embargo, el delantero falló en su intención de picar la bola y se la entregó a Memo, primera del arquero que tendría otras intervenciones serías.
A los dos les faltaba claridad, erraban en el último pase. América apostaba por el juego masticado, pero no conectaba en ataque. Chivas trataba con tiros de media distancia, pero Ochoa apagaba todo.
Vucetich movió desde el banquillo para buscar una mejora, era el momento de asumir riesgos, pero su equipo no se revolucionó, se posicionó América, que defendió en campo propio con solvencia, aunque encontró el segundo con un cabezazo de Córdova, fue anulado por una obstrucción de Henry a Ponce.
Chivas se nubló en ataque y América cerró todos los espacios. Las Águilas no tuvieron otra sola acción de gol y Guadalajara le faltó una creatividad, no lograron exigir a Ochoa, todas sus pelotas murieron en la defensa amarilla.
El Rebaño se aferra en la lucha por la Liguilla, mientras que dirigidos por Miguel Herrera ganaron el primero de los clásicos, pero la próxima semana viene una prueba de más exigencia ante Cruz Azul.