El cuadro cementero comenzó con el pie derecho el semestre y venció a un complicado cuadro bicampeón, que forzó los penales en la parte final del duelo.
Con goles de Santi Giménez y Ángel Romero, los cementeros parecía que acariciaban en el tiempo regular la Supercopa, luego de remontar con garra un tempranero tanto de Aguilera.
Sin embargo, en la última jugada del duelo, un cabezazo de Camilo Vargas, dejó la mesa servida a Julian Quiñones que llegaba para empujar un agónico balón, después de un rechace de Jurado.
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Ya en los penales, el mismo que forzó el alarge de la definición, se encargó de darle el título a La Máquina, luego de que Quiñones tomó mal su disparo y la mando a volar para la euforia de los cementeros.
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