Ciudad de México – Los acuerdos comerciales entre Estados Unidos y México no se habían visto tan amenazados como en estos días, ahora que el presidente Trump aprobó la construcción del muro y la posibilidad de agregar un impuesto del 20% a todo producto hecho en México.
Para algunos especialistas la implementación del 20% a toda importación proveniente de México al final terminaría afectado al consumidor estadounidense, pues parte del consumo de alimentos, cervezas y automóviles provienen de nuestro país.
De acuerdo a datos revelados por el portal USA Today, las operaciones comerciales entre EEUU y México han dejado ganancias para ambos países, pero en el caso de México las cifras son contrastante, pues solo en el 2015, las exportaciones mexicanas a los Estados Unidos, dejaron un saldo a favor a nuestro país de cerca de 316.400 millones de dólares, mientras que las importaciones de EEUU a México llegaron a los 267.200 millones de dólares.
En el caso de las exportaciones de nuestro país, la mayor ganancia se encuentra en la industria automotriz, precisamente la que ha afectado el presidente Trump con sus amenazas a las armadoras estadounidenses, en segundo puesto se encuentra los productos agrícolas, México es el segundo proveedor de este rubro a los Estados Unidos, un impuesto directo del 20% a este sector le pegaría de manera directa al bolsillo del estadounidense promedio.
Es sencillo, un impuesto a los productos mexicanos del 20% para financiar la construcción del muro, se verá reflejado en el precio al consumidor estadounidense, quien sin quererlo al final será el quien sustente todos los gastos de la obra.
De acuerdo a Tom Stenzel, Presidente y CEO de la United Fresh Produce Association a través de un comunicado, “se debe de tener en cuenta el impacto en los consumidores estadounidenses sobre una subida del 20% en el costo de alimentos como plátanos, mangos y otros productos que simplemente no podemos cultivar en los Estados Unidos. Además debemos de considerar algunos países podrían bloquear las exportaciones estadounidenses en represalia. A medida que el Gobierno busca incentivar los empleos manufactureros en los Estados Unidos, pedimos al Presidente Trump que considere la naturaleza única de los alimentos y no ponga un nuevo impuesto sobre los mismos a los consumidores estadounidenses”.
Por ahora algunos miembros del gabinete de Trump han dejado en claro que el impuesto del 20% no es una medida definitiva, pero como por ahora se considera como una opción viable.