Como si fuese un sismo de magnitud 8, las casas presentan graves daños como grietas en las paredes y están en peligro de derrumbarse.
En una nota publicada por el portal RT se da a conocer que un aproximado de 10 mil familias viven en zonas de alto riesgo en la Ciudad de México.
Específicamente en Iztapalapa, el terreno se hunde de entre 20 y 40 centímetros al año. Lo anterior es provocado por la debilidad del terreno, causando graves daños a casas y carreteras. Los habitantes de las casas comentan que no pueden actuar ni siquiera para derrumbar las partes afectadas ya que no tienen los papeles en regla que el gobierno les pide, además, no tienen los recursos para acudir a un notario que les solucione su situación.
La situación se agrava cada día más ya que la ciudad está construida sobre un lago y además, la zona es la más explotada con pozos de extracción de agua por bombeo; causando así, debilitación en el subsuelo.
Raúl Gutierrez, jefe del Centro de evaluación de riesgos geológicos, advierte que la práctica de extracción, si bien asegura el abasto por el momento, en un futuro generará un gran problema ya que no hay manera posible de abastecer a la ciudad de agua.