El Ejército de Turquía a través de un comunicado, afirmó haber tomado el poder del país y también de haber detenido al Gobierno, el Jefe de Estado incluido, además de la toma del edificio gubernamental.
Los medios de comunicación han sido deshabilitados, incluso las redes sociales en todo el país. Sin embargo, los primeros reportes indicaron que el presidente del país, Recep Tayyip, no habría sido apresado por los militares y su residencia está fuertemente custodiada.
Advirtieron, que los acuerdos internacionales y compromisos de la nación permanecen aún vigentes, esperando tener una buena relación con el resto de los países.
El primer ministro del país, anunció que militares estaban llevando a cabo acciones no autorizadas. Los militares han bloqueado calles y puentes en Estambul, los tanques, aviones de combate y armamento militar se hacen presentes. El aeropuerto más grande del país ha sido cerrado, por ende, todos los vuelos del aeropuerto Internacional Ataturk han sido cancelados.
La transmisión de la televisora estatal, detuvo su transmisión en vivo para después activarla dónde se leyó un comunicado en el que se establece la ley marcial y un toque de queda.
El Gobierno del país insiste en que tiene el poder del país y que no se le puede llamar a lo que sucede un golpe de estado.
El presidente del país a través de una transmisión de vídeo desde un teléfono inteligente, dijo que «Es un golpe de estado de una minoría y no triunfará», además agregó, «Soy el comandante en jefe de este país, Aquellos que intentan un golpe de Estado pagarán el precio más alto».
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