(Japón) – El pasado viernes, un grupo de hackers robaron 530 millones de dólares en la criptomoneda NEM. El gobierno nipón afirmó que reforzaría la investigación para rastrear el dinero digital robado. Así mismo ordenó a Coincheck, firma víctima del robo, a que reforzara su seguridad.
Estamos hablando de unos de los mayores robos cibernéticos de la historia. Este hecho dejó entrever la falta de infraestructura en seguridad de la que carece aquél país. Es por eso que la Agencia de Servicios Financieros (FSA, por sus siglas en inglés) dio orden a Coincheck a elevar sus estándares de seguridad. Tras el robo la empresa había suspendido sus transacciones a excepción del bitcoin.
Este hecho ha atraído los reflectores mundiales, ya que muchas naciones desean regularizar sus negocios con criptomonedas tal y como hizo Japón. Mientras tanto Coincheck informó que haciendo uso de sus fondos internos repondría al menos el 90% de la cantidad robada. Estamos hablando de un porcentaje sobre los 58 mil millones de yenes perdidos.
Al parecer el origen de la vulnerabilidad fue porque las cripto no estaban guardadas en la zona más segura. Ésta es denominada cold wallet que trabaja con plataformas que no tienen conexión directa a Internet. Antes, bien las tenían resguardas en la hot wallet plataforma que mantiene las monedas en un lugar más “público” para su rápida transacción.
Con información de: Forbes México