En medio de la contingencia sanitaria, el mundo del deporte y la industria del boxeo se han visto fuertemente mermada, deportistas se adaptan a la disminución de salarios.
Si bien el boxeador de sangre tapatía posee un contrato de once peleas por más de 300 millones de dólares, que mismos se habían estado cobrando.
Nadie contaba con la pandemia y Saúl desea cobrar sus 300 millones y se niega a que se le haga una reducción, pues afirma que si no le pagan completo, no subirá al ring.
Por el momento el pugilista mexicano se encuentra realizando entrenamiento y pasando su cuarentena desde su lujosa residencia exclusiva de Baja California, Estados Unidos.