El Club de Béisbol Sultanes de Monterrey se coronó por décima ocasión en su historia tras derrotar en seis juegos a los Guerreros de Oaxaca.
En una novena y dramática entrada, el conjunto regiomontano venció 3’2 a unos aguerridos Guerreros que vendieron cara su derrota en el Palacio Sultán.
El sexto juego de la Serie del Rey retornó en la Ciudad de Monterrey, en donde Sultanes y Guerreros buscaban misiones similares, pero con fines distintos.
Por un lado, los norteños tenían en sus manos la oportunidad de coronarse campeones, mientras que Oaxaca, si ganaba, obligaría a un séptimo y definitorio juego.
Muy temprano en el partido, en la segunda alta, los Guerreros pegaban primero gracias a su valentía y a cuatro hits consecutivos que les daban su primera unidad en el marcador.
Las defensivas se mostraban imponentes, el pitcheo por parte de Ruddy Acosta y Anthony Vázquez era sensacional, era un duelazo desde el montículo.
Sin embargo, en la cuarta tuvo que aparecer Agustín Murillo, quien tras conectar un doblete tuvo las puertas abiertas para colocar a Sultanes en la pizarra con un “pisa y corre’ que dejaba sin posibilidad a la novena de rojo.
La defensiva regia marcha bien hasta el octavo rollo, en donde Oaxaca aprovechó una pifia de los Sultanes, protagonizada entre Anthony Vázquez y el cátcher, Alí Solís. El electrónico se movía 2-1 a favor de los bélicos.
La marea se le venía encima a todo Monterrey, pero como es costumbre, en los últimos episodios despertaron y volvieron a empatar el partido, ahora a dos carreras.
El drama se extendió hasta la novena, en donde una gran exhibición de Chris Roberson, acompañada por un hit definitivo de Ramiro Peña terminó por dar la tercera y decisiva carrera que le dio a Sultanes su décimo título de la LMB, mismo que no conseguían desde hace once años.
Fotografía: José Ontiveros