Ciudad de México – Estas últimas semanas el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump se ha enfrascado en una campaña de presión para obligar a las empresas automotrices abandonar México y crear empleos en el país norteamericano.
Por obvias razones las primeras amenazas de Trump, fueron contra las compañías estadounidenses como Ford y General Motors, inclusive también para la firma italo-estadounidense Fiat, toco el turno para las firmas japonesas, como Toyota, para todas llego la misma amenaza, impuesto fronterizo del 35% para cualquier vehículo ensamblado en México que se venda en los Estados Unidos.
Rápidamente en nuestro país se desato la incertidumbre en la industria, pues todas las firmas amenazadas han cedido a las exigencias del presidente Trump, lo que origino que las firmas alemanas con sede en nuestro país salieran al quite a confirmar su permanencia en México y que nada ni nadie los haría abandonar suelo mexicano, por supuesto mientras Trump no las amenazara, lo que ya ha sucedido.
En entrevista al diario alemán Bild, Donald Trump ha confirmado que BMW no va a poder vender sus vehículos en los Estados Unidos, si estos son ensamblados en México, a menos que estén dispuestos a pagar el famoso impuesto fronterizo del 35%, sugirió al grupo alemán, que, por el bien de la compañía, lo mejor sería que se construyeran en suelo estadounidense.
Hasta al momento BMW ha respondido que por ahora se sienten muy cómodos en los Estados Unidos, donde generan más de 70 mil plazas de trabajo. Grupo BMW ha informado que su planta de San Luis Potosí comenzará a ensamblar el modelo Serie 3 a partir del 2019, y que la producción de esta planta será destinada al mercado mundial.
La pregunta ahora es, ¿Cuánto tardara Donald Trump en referirse a Grupo Volkswagen, Nissan o Kia?, estas tres últimas firmas también cuentan con plantas en nuestro país.