Hace un año, el mundo despertaba con una noticia macabra, una de esas que aunque la repitas una y mil veces, te resistes a creer que sea realidad.
El mundo de las duelas quedó estupefacto, el mundo entero se paralizó.
Desde la glamorosa y excéntrica ciudad de Los Ángeles, se corrió el rumor que un helicóptero con varios pasajeros se había entrellado cerca de una montaña, en la comunidad de Calabasas, lujoso paraíso para estrellas del deporte y la farándula.
Los minutos pasaban y el horror comenzó a dibujarse en los rostros de quiénes prestaban sus ánimos y alientos a socorrer a las posibles victimado cuando se dieron cuenta de quiénes iban a bordo de la aeronave.
La gran estrella del equipo de básquetbol de la NBA, Los Angeles Lakers, había fallecido en el lugar. Kobe Bryant, el fantástico escolta del equipo argelino, dejó su último aliento en aquel lugar.
Junto a él, su pequeña hija Gianna Bryant se preparaba para jugar un partido de baloncesto de su escuela…pero ya no llegó.
A un año de la partida del enorme dorsal 24, el mundo ha sufrido una transformación que todos conocemos. Más allá de la presencia del Covid-19 en nuestras vidas, el otorgar un momento para reflexionar acerca de su partida es entender que Kobe no está más, pero su legado apenas empieza a crecer.
Lejos de los tweets de cientos de miles de personas con sus jugadas, fuera de todos los homenajes posibles al hombre que anotó solo 60 puntos en su partido de retiro, está su mentalidad.
‘Mamba Mentality’, esa que tiene como filosofía principal el aprovechar la experiencia de un suceso y usarla a tu favor. Innumerables son las anécdotas de grandeza humana de Bryant y ahí radica lo que vemos a 365 dias.
La fuerza arrolladora que Bryant tenía lo hacía aplastante e implacable ante sus rivales, ya fuera en la NBA o en los Juegos Olímpicos.
Tranquilo Kobe, juega el partido de tu vida eterno sobre las nubes, haz crecer a tu hija en el deporte que tanto amaste. Porque aquí, LeBron cuida tu estadio, cuida tu escuadra y respeta lo que haces.
Pero no solo eso, casa persona tocada por el ‘Mamba Mentality’ busca ser siempre mejor, algo que conoces bien.
Podrían pasar uno o 100 años, pero KB24 será eterno.